lunes, 28 de mayo de 2018

EDUCACIÓN HOY

Desarrollo sostenible impulsa una educación de calidad

• Varios autores nacionales e internacionales señalan la importancia que tiene para el ser humano la adquisición de conocimientos para mejorar su calidad de vida y aportar a la sociedad y a la economía de su país




Los seres humanos han logrado transformar los elementos de la naturaleza a partir de sus conocimientos, a medida que las necesidades aumentaban, desarrollaron nuevas capacidades para cubrir los requerimientos, y es por ello que las naciones desarrolladas tienen menos pobreza y un estándar de vida mejor que los países que están en este proceso.
La información difundida por la Unesco sostiene que la afirmación viene de varios profesionales e instituciones internacionales que coinciden, por separado, en que la importancia de la educación, pero una de calidad, y que los recursos destinados a este sector deben ser entendidos como inversión y no gasto.
Por ejemplo, el Gobierno ya está más de 10 años, y todavía no se vislumbran los frutos de su reforma educativa, con la implementación de la Avelino Siñani, aunque los recursos estén casi en el promedio de países de naciones desarrolladas, 7 por ciento del Producto Interno Bruto.
DESARROLLO
Por ejemplo, Yechiel Leiter, analista de políticas, consultor político, profesor y líder cívico. Director general de Global 3H, señala que los avances en las ciencias y en los métodos de producción que impulsaron la revolución industrial, también engendraron la necesidad de un público más ampliamente educado.
“Las máquinas no podían ser operadas sin gente entrenada para construirlas, utilizarlas y arreglarlas. A medida que los mercados se tornaron más y más interdependientes, se hizo cada vez más necesario un público educado para que el comercio global y los mercados internacionales competitivos tuvieran éxito”, apunta en su artículo publicado en la Nación titulado: ¿Cuánto debería gastar un gobierno en educación pública?.
BOLIVIA
Mientras tanto, el consultor independiente boliviano, Edgar Cadima, en un artículo publicado en Ideas de Página Siete sostiene que la educación no está apalancando el desarrollo del país; la inequidad educativa no ha sido superada; la Ley A. Siñani-E. Pérez no ha consolidado una educación de calidad acorde al avance de la ciencia y la tecnología; se sigue confundiendo educación con instrucción enciclopédica o escolarización con aprendizaje.
También los maestros tienen su parte para que la educación este como está. Las constantes huelgas o paros por un mejor salario hacen perder a los estudiantes porcentajes de aprendizaje, que al finalizar el año se contabiliza en el programa. En algunos casos, algunos directores señalan que se avanzó un 97 por ciento. La pregunta es: ¿El 3 por ciento cuándo lo recupera?
Y en algunos casos eso se va acumulando hasta terminar el bachillerato, y la opinión de los rectores de las diferentes universidades confirman la mala preparación de los jóvenes que postulan a las casas de estudio.
Bolivia tiene, según el Presupuesto General del Estado 2018, 21.430 millones de bolivianos destinados a la educación, que en porcentaje representa 7,7 por ciento de los recursos totales.
MODELO
Cadima sostiene que el actual modelo económico basado en el extractivismo y la informalidad no genera condiciones para que la educación aporte al desarrollo nacional; es un modelo que exige conocimientos básicos y capacidad limitada para realizar tareas simples en minería, agricultura, servicios, comercio legal o ilegal.
“El impacto de la educación en el desarrollo nacional es débil y sigue como factor funcional a un modelo económico sin visión de futuro”, lamenta.
ELEVAR CALIDAD
Mientras tanto, en su discurso el presidente Evo Morales en enero de esta gestión, indicaba la importancia de la educación durante estos 12 años de gestión, y proyectó como un compromiso inmediato para elevar la calidad educativa e impulsar la tecnificación de nuestra Educación.
Algunos especialistas lamentan decir que no se conoce hasta la fecha la calidad educativa del país, y que el pasado año recién suscribieron un acuerdo con la Unesco para utilizar una metodología para medir este termómetro.
El primer mandatario sostuvo que se impulsará lo científico y se “elevará la calidad y la tecnificación de nuestra educación”, porque Bolivia es uno de los países que más invierte en educación y atraviesa el tiempo de cambio de la mano con la tecnología.
Al respecto, no se puede negar que se invirtió en infraestructura, pero ahora la tarea pendiente es mejorar la capacitación de profesores y docentes, para impulsar la mejora en la educación.
INVERSIÓN
Leiter sostiene que el calcular los costos del sistema educativo como inversión va más allá de solo fomentar una actitud más favorable hacia el aumento del presupuesto, y que la clave de su éxito no radica solamente en el monto que se gasta, sino en la calidad de la inversión, la manera en que se está utilizando el presupuesto.
“Muchos países han aumentado sus presupuestos educativos sin disfrutar de ninguna mejora sustancial en su sistema educativo simplemente porque los fondos adicionales no fueron utilizados de forma acertada”, apunta.
Por ejemplo, aumentar el salario de los maestros es algo bueno si está ligado a un aumento de la calidad de los maestros a través de una mayor inversión en entrenamiento y reentrenamiento de los maestros, manteniéndolos al día sobre nuevos enfoques e investigaciones innovadoras.
DESARROLLO
Mientras tanto, un estudio realizado por Angélica Gutierrez de Atlantic Internacional University, titulado La Educación y el Crecimiento Económico señala que la riqueza de las naciones que dependía inicialmente del número de fábricas, de la extensión territorial, herramientas de trabajo y maquinas, ahora depende del conocimiento y las habilidades del capital humano como principales detonantes del crecimiento económico.
Mejor educación da como resultado más habilidades, mejor productividad y mayor capacidad de los trabajadores para mejorar las condiciones de vida, al conjuntar; experiencia, capacitación y formación profesional, añade.
FRASES
“Debería ser elemental que la expansión de la riqueza y la reducción de la pobreza estén interrelacionadas con la educación. De hecho, existen numerosos datos que demuestran una conexión entre el crecimiento económico y el aumento del acceso a la educación. A medida que se intensifica la edad de la globalización y de la digitalización, la demanda para un pueblo educado para poder sostener una economía creciente y competitiva se tornará cada vez más fundamental”, Yechiel Leiter.
“Bolivia se encuentra entre los países con niveles más altos de asistencia escolar en primaria, Chile gana en toda Sudamérica, nuestro respeto y toda nuestra admiración, segundo Uruguay, tercero Bolivia”, dijo el Presidente Evo Morales en su discurso de enero de 2018.
La relación entre economía y educación no pasó desapercibida para los autores clásicos. Es conocido que Adam Smith comparó la eficiencia de un hombre instruido con la de una máquina de elevado coste; que Stuart Mill puso de relieve la conexión entre la productividad y la destreza de los trabajadores y que, incluso, Alfred Marshall habló de la semejanza que existe entre un hombre que invierte en un negocio -capital físico- y otro que invierte en la educación de sus hijos. No obstante, todos los autores están de acuerdo en reconocer que la importancia de la educación para el crecimiento económico.
Existen al menos cinco elementos clave que afectan a la calidad de la educación: lo que el estudiante trae consigo, el entorno, los contenidos, los procesos y los resultados. Estos elementos constituyen una base que permite supervisar la calidad.
1. Lo que el estudiante trae consigo. ¿Qué experiencias aporta el estudiante a la escuela y qué dificultades concretas enfrenta? ¿Se ha visto afectado por situaciones de emergencia, por el maltrato, el trabajo infantil o el SIDA? ¿En su primera infancia, su educación preescolar y las experiencias vividas en su familia y su comunidad fueron positivas? ¿El lenguaje empleado en su hogar es muy distinto del que se usa en su escuela? ¿Ha contado con la preparación suficiente que la permita mantener el ritmo de la escuela?
2. Entorno. ¿El entorno de aprendizaje es saludable, seguro, protector, estimulante y tiene en cuenta las necesidades de los géneros?
3. Contenidos educativos. ¿Son pertinentes los materiales didácticos y los programas de estudios? ¿Imparten destrezas básicas, especialmente en lo que se refiere a la alfabetización y la aritmética elemental? ¿Promueven técnicas para la vida y aprendizaje sobre cuestiones tales como el género, la salud, la nutrición, la prevención del SIDA, la paz, u otras prioridades de ámbito nacional y local? ¿En qué medida el contenido de los programas de estudio y los materiales didácticos incluyen o excluyen a las niñas?
4. Procesos. ¿Los métodos que los profesores emplean se centran en los niños y las niñas? ¿Sus valoraciones facilitan el aprendizaje y reducen las disparidades? ¿Se gestionan debidamente las aulas y las escuelas? ¿Los métodos de enseñanza, aprendizaje y apoyo –provengan de los supervisores, el personal docente, los programas o las comunidades– mejoran o disminuyen la capacidad de las niñas?
5. Resultados. ¿Qué resultados esperamos para las niñas en materia de educación básica? ¿Cómo se puede documentar el grado de progreso del aprendizaje de las niñas y valorar la influencia del programa de estudios en su crecimiento futuro? Los resultados educativos deberían estar vinculados a los objetivos nacionales relativos a la educación y promover una participación positiva en la sociedad.
Fuente: Calidad educativa Unesco.

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